La zona de la Sierra de O Xurés, en el sur de la provincia de Ourense (#Galicia), es un auténtico paraíso para los amantes del turismo de naturaleza. Allí, además de gran cantidad de rutas de senderismo para todos los gustos, podemos encontrar un buen número de rincones que merece la pena visitar, como cascadas, termas, calzadas romanas, restos prehistóricos… Además, debido a su cercanía con la frontera, podemos hacer alguna incursión en Portugal, para conocer algunos lugares tan bonitos y tan curiosos como Lindoso.
Se trata de una población perteneciente al Municipio de Ponte da Barca, localizada a escasos kilómetros de la frontera con el concello ourensano de Lobios. De hecho, se dice que el nombre procede del latín “Limitosum”, en referencia a su carácter limítrofe.
Esta pequeña freguesía de apenas 1.300 habitantes, se encuentra ubicada a orillas del río Lima (nuestro Limia), en el interior del Parque Nacional de Peneda-Gerês y de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerês – Xurés, compartida entre Galicia y Portugal. Además del paisaje y del rico entorno natural que rodea a la población, en Lindoso podemos encontrar un conjunto etnográfico y monumental de especial interés, compuesto por el castillo y una peculiar concentración de hórreos.
La fortaleza, declarada Momunento Nacional en 1910 y considerada una de las contrucciones defensivas más importantes de Portugal, fue contruída en el s. XIII, posiblemente bajo el reinado de Afonso III. Su localización en este lugar vino motivada por su ubicación estratégica, en un alto con amplias vistas y muy cercano a la frontera. A lo largo de los siglos, fueron numerosas las batallas que se produjeron en la zona entre los bandos de los dos lados de la frontera. Así, el castillo fue una importante base de las incursiones portuguesas en Galicia, sobre todo hacia la Baixa Limia y la zona del Baixo Miño. Sufrió también numerosos ataques de las tropas españolas, llegando a caer en sus manos en varias ocasiones, pero siendo siempre retomado por las tropas portuguesas en cortos periodos de tiempo.
Hoy, la fortaleza, abandonada en el s.XIX por no ser ya necesaria su función, se encuentra restaurada, cuenta con centro de interpretación y han sido reconstruídas gran parte de sus torres y sus murallas. Además, el lugar es un mirador excepcional sobre la Serra da Peneda y el valle de Olelas (Entrimo), ofreciéndonos unas vistas preciosas de la zona.
A los pies del Castillo de Lindoso se encuentra un excepcional conjunto de hórreos, denominados aquí espigueiros, compuesto por por 62 construcciones de piedra. Se trata de la mayor concentración de elementos de este tipo en toda europa, superando a los Canastros da Merca (Ourense), la mayor de toda España, que cuenta con 35 unidades.
Este tipo de elementos son muy habituales en el norte de Portugal, sobre todo en la región del Minho. Su función era la de mantener los productos del campo, sobre todo el maíz, lejos de la humedad, ventilados y a salvo de los animales salvajes. Se cree que la mayor parte de los espigueiros de Lindoso fueron contruídos en los siglos XVII y XVIII