La Ribeira Sacra, situada a orillas de los ríos Miño y Sil, en el límite de las provincias de Lugo y Ourense, es una zona espectacular en todas las épocas del año. Sus cañones, sus viñas, sus bosques, sus miradores, sus rutas de senderismo, sus monasterios… hacen que esté considerado como uno de los destinos favoritos para el turismo en el interior de Galicia. Sin embargo, en otoño adquiere una dimensión especial, resaltando su belleza con los ocres, naranjas, marrones y amarillos que dominan el paisaje en esta época del año.
A continuación hacemos una recopilación de los que, para nosotros y por lo que tenemos la suerte de conocer, serían 20 puntos imprescindibles que no te puedes perder en el otoño de la #RibeiraSacra. Todos lugares preciosos que merece la pena visitar y fotografiar.
1.- Santa Cristina de Ribas de Sil
Este pequeño monasterio medieval se encuentra escondido en lo más profundo del souto de Merilán, un impresionante bosque de castaños. La fusión entre las piedras de la abadía y el color amarillo de la vegetación que lo rodea, crean un rincón muy especial.
2.- Mirador de Cividade
Muy cerca de Santa Cristina se encuentra el mirador de Cividade, una atalaya de madera colgada sobre el Cañón del Sil. Desde aquí, a más de 500 metros sobre el río, tendremos una vista impresionante de las grandes paredes de piedra y del otoño en la Ribeira Sacra.
3.- Souto de Entrambosríos
En el lugar de Entrambosríos se encuentra uno de los árboles más antiguos de toda Galicia. Se trata de un castaño centenario, enorme y señorial, rodeado de un bosque precioso y algunos molinos tradicionales.
4.- Leiravella
En las parroquias de Chandrexa y de Sacardebois, en Parada de Sil, encontramos una «ribeira» muy poco conocida. Allí se encuentran varias aldeas con mucha esencia, en las que desde tiempos ancestrales se cultiva la vid. Enfrente una amplia panorámica de los viñedos de Amandi. Entre las dos orillas, el río Sil.
5.- Pasarelas del Mao
Precioso paseo por el valle del Mao que discurre, en este tramo, encajado, justo antes de unirse con el Sil. Sus profundas laderas y sus bosques de robles y castaños son accesibles gracias a la construcción de una pasarela de madera, que durante unos 2 km nos introduce en lo más profundo de la naturaleza.
6.- Mirador de Galeana
Desde el Mirador de Gándara, muy cerca de Cristosende (A Teixeira), tenemos una estupenda panorámica del valle del Mao, de Barxacova y de los viñedos de la orilla de Amandi. Los colores anaranjados de las viñas se entremezclan con el amarillo intenso de los castaños y el ocre suave de los robles.
7.- Mirador de Matacás
Otro mirador de gran belleza, situado justo encima del embarcadero de Doade. Desde aquí tenemos una visión preciosa de un gran tramo del Sil, de nuevo una buena foto de los viñedos, los bosques y las paredes del cañón. Al llegar al pequeño aparcamiento, merece la pena caminar durante unos 5 minutos para obtener las mejores vistas.
8.- Santo Estevo de Ribas de Sil
El famoso Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, hoy convertido en Parador Nacional, también es uno de los puntos imprescindibles del otoño en la Ribeira Sacra. A su grandiosidad y al arte que allí podemos encontrar, se unen las diferentes tonalidades que adquiere su entorno, conformando un conjunto de gran belleza.
9.- Pena do Castelo
Junto a la pequeña Capilla de San Amaro, colgada sobre algunos de los viñedos más espectaculares de la zona, se encuentra este pequeño mirador, uno de los más bonitos de la Ribeira Sacra. Desde allí dominaremos un buen tramo del valle del Sil, una extensión casi infinita de viñas y de bosques.
Foto cedida por (Caserío da Castiñeira)
10.- Viñedos de Doade
En varios puntos de la carretera que une Doade con el embarcadero, podremos ir parando para disfrutar de las preciosas vistas, de las más fotografiadas de la Ribeira Sacra. Aquí, la paleta de colores otoñales se alía con las formas caprichosas del relieve, para ofrecernos un paisaje dificilmente repetible.
11.- Mirador de Cividade
Este espectacular mirador, diseñado por la arquitecta Isabel Aguirre, nos ofrece una de las mejores vistas de la parte más profunda del Cañón. El Sil a más de 500 metros bajo nuestros pies. Enfrente la orilla ourensana, salpicada de pequeños pueblos que han sabido sobrevivir en un estorno difícil.
12.- Mirador de Boqueiriño
Muy cerca de Cividade, el Mirador de Boqueiriño nos ofrece una de las vistas más curiosas del otoño en la Ribeira Sacra. En la orilla de enfrente, rodeado de bosques, el Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, conformando un auténtico cuadro repleto de colores. Preparad el zoom de vuestra cámara y a por la mejor fotografía.
13.- Os Chancís
Tanto el propio embarcadero de Os Chancís, en lo más profundo del Cañón, como su entorno, merecen mucho la pena la visita. Muy cerca del embarcadero se encuentra el pequeño paseo de los Molinos del Xábrega, precioso sendero en cualquier época del año, pero que adquiere un tono especial durante las semanas del otoño.
14.- Viñas de Asma
Ya en la Ribeira Sacra del Miño, encontramos también varios rincones que no nos podemos perder en otoño. Uno de ellos es la zona de los viñedos de Chantada, salpicados de pequeñas bodegas, formando un manto casi continuo desde el río hasta las zonas altas.
15.- Belesar
El lugar de Belesar (no confundir con la presa) se encuentra en la parte baja del valle, justo en la orilla del Miño. Allí podremos disfrutar de uno de los pueblos con más encanto de toda Galicia, debido en gran parte al paisaje espectacular que lo rodea, especialmente en esta época del año.
16.- Viñedos de Belesar
Merece la pena ascender unas cuantas curvas de la carretera desde el pueblo de Belesar, hasta llegar a la zona de la Bodega Vía Romana. En cada revuelta nos cambia la perspectiva del valle, y podremos obtener algunas de las mejores fotos de los viñedos del Miño, con el encanto añadido del pueblo a nuestros pies.
17.- Portotide
El puente de Portotide se encuentra en uno de los lugares más recónditos de esta parte de la Ribeira Sacra del Miño. Allí, sobre las ruínas del antiguo pueblo (hoy sumergido bajo las aguas del embalse), podremos disfrutar de la calma del lugar, al tiempo que nos sorprendemos con la interminable gama de colores de la laderas del valle.
18.- Playa de A Cova
Muy frecuentada en verano por los bañistas, el resto de épocas del año la Playa de A Cova se convierte en un remanso de paz. Merece la pena pararse unos minutos a a disfrutar del silencio y a contemplar el paisaje, rodeado de bosques y sumergido en lo más profundo del valle del Miño.
19.- O Cabo do Mundo
Se trata de una de las vistas más conocidas de la Ribeira Sacra, protagonista de varias campañas promocionales de Galicia. El Cabo do Mundo es el nombre que recibe el gran meandro que el Miño forma al sortear el monte Navallo. El resultado es una panorámica espectacular, más si tenemos un poco de paciencia y esperamos a la puesta de sol.
20.- Fervenza y Castro de Marce
Muy cerca del pueblo de Marce encontramos una pequeña ruta de senderismo que nos conduce al castro y a la cascada de Augacaída. El castro prácticamente no conserva ningún resto (únicamente algunas piedras de la muralla), pero las vistas del Miño desde allí son espectaculares. Por su parte, la «fervenza», que cae desde unos 20 metros de altura, aumenta mucho su caudal en esta época del año, lo que junto con el bosque autóctono que la rodea termina por conformar un rincón mágico.